Una simple barbacoa o una simple colilla pueden devastar nuestros montes y montañas aunque últimamente se ha pillado a varios pirómanos que la han liado en las Canarias, ¿seguirán siendo nuestras islas afortunadas?.
No hay derecho que por enfermos nuestros pulmones vegetales se vayan al carajo, a esta gente aunque está enferma habría que ponerles duras penas de cárcel, así otro se lo pensaría dos veces antes de provocar estos desastres naturales que poco a poco van minando nuestra vegetación y no se que herencia le vamos a dejar a nuestros nietos.
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