Armin, de tres meses de vida, siempre lleva una cinta azul bien sujeta en la muñeca; la pulserita de su hermano gemelo Jean Paul es blanca y a Hans, el tercero de los trillizos, se le identifica por su credencial de tela roja. Sin esas marcas, que no les quitan ni para bañarlos, sus padres, Esther Ribas y Michel Kempf, vecinos de Sant Vicenç de Montalt (Maresme), no sabrían quién es quién. Ni haciéndoles una determinación de su código genético o tomándoles las huellas dactilares se les podría distinguir.
Los hermanos Kempf Ribas tienen el mismo ADN y sus marcas digitales son idénticas, porque proceden de un único óvulo que al iniciar el embarazo se dividió en tres, y porque se han gestado en una sola placenta, que de forma espontánea se compartimentó separando los cuerpecitos con membranas internas. Esto permitió que cada uno tuviera su líquido amniótico individual y no se produjeran desequilibrios en la formación de los tres cuerpos.
La gestación de los Kempf constituye una rareza en la medicina que trata la fecundación humana: es la segunda vez en la historia hospitalaria de Catalunya que se produce un parto de trillizos surgidos de una gestación monocorial y triamnótica. La primera fue en 1999, consecuencia de una fertilización in vitro. Este embarazo, repite una y otra vez Esther, la madre, no fue consecuencia de ningún tratamiento hormonal ni en su generación intervino la técnica. "Fue espontáneo y casual", insiste la mujer, que asegura que no siempre se la cree.
Apenas un 2% de los embarazos múltiples dan lugar a un parto de trillizos genéticamente idénticos y, de estos, otro 2% lo hacen dentro de bolsas amnióticas individuales dentro de una sola placenta. Es el caso de los hermanos Kempf. En Europa se sabe de dos nacimientos similares, uno en 1995, en Francia, y otro, el pasado día 6, en Austria.
EL 29 DE ABRIL
Los trillizos Kempf nacieron el 29 de abril --el mismo día que la infanta Sofía--, pero es ahora cuando sus padres empiezan a comprender qué supone pasar de tener dos hijos (los tenían, Àxel, de 4 años y Nadja, de 5) a contar con cinco, y tres de ellos bebés nacidos en la semana 20 de su gestación, lo que los hace inmunológicamente muy vulnerables. "Al ser tan prematuros, los médicos nos han dicho que no los llevemos a la guardería hasta que cumplan 2 años --explica Esther--. Como yo no puedo dejar de trabajar, necesitaré ayuda de la familia y, para dentro de dos años, espero que el Ayuntamiento de Sant Vicenç me conceda alguna subvención especial, porque no podemos pagar cinco plazas escolares".
La familia completa no puede viajar en el coche que tiene Michel Kempf. No caben, y están buscando una furgoneta de segunda mano en la que sea posible colocar cinco sillitas infantiles. La horas de la comida de los bebés y las del cambio de pañales son momentos de gran actividad en la casa, explica Esther. "Cambio 14 pañales al día y preparo 18 biberones", asegura. "Por cierto --apunta--, he escrito a las empresas Nestlé y Dodot pidiendo alguna colaboración y me han respondido que eso ya no existe. Desde que hay tantos embarazos múltiples por la fecundación artificial, los regalos se han acabado".
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