Nos juntamos en el Rebolledo a cenar la gente de Agustinos y colegas de otros sitios cenamos bien y luego empezamos a contar historias; 1 hora sin parar de reir y reir, para los que faltaron un abrazo y el artista fotógrafo tiene un pulso como para robar panderetas salen todas las fotos difuminadas o movidas que con la cámara hay que tener bastante pulso para que salgan bien y yo las hago deprisa sin esperarme al 2º flash.
El resultado de la cena, una buena sonrisa y la curva de la felicidad.
La xarla despues de la comida.
La mesa preparadita.
Y a comer, los padres de Carlos al fondo.
Esperando para cenar.
Los pollicos , los pollicos.
Los cocineros Carlos y Roman.
Los muslos y contra muslos de pollo a la brasa
Otros que viven mal jajaaja
Nando que bien vives.
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